Sincericidiosaparece una pantalla con gráficas

Habrá quienes hayan entrado a leer este artículo pensando quién es el insensato que dice esto!! Sin ciencia acabaríamos nuevamente en las cavernas, o quizás no.

 

En este artículo, de esta categoría tan sana que llamamos Sincericidios, queremos abordar la cuestión de la relevancia que tienen y que se les da a los estudios científicos, nos centraremos en el ámbito del perro porque estudios hay tantos como te puedas imaginar y súmale unos cuantos miles más.

 

¿Recuerdas aquel estudio en el que se analizaba si los perros defecan siguiendo el polo magnético?

No sé tú, pero me pegué varias semanas intentando replicar sus resultados con mis dos perras, había días que una sí y otra no, otros que ninguna de las dos, alguno que las dos en la misma orientación norte sur pero una con el culo al norte y otra con el culo al sur.

 

¿Para qué sirve ese estudio, quién lo financia y qué mejoras en la sociedad pensaban realizar con él?

Esto ocurre en muchos casos, donde se realizan estudios científicos, cumpliendo con todas las reglas que marca la comunidad científica menos una, que sirva para algo y merezca la pena a nivel de recursos humanos, técnicos o económicos.

 

Pero es que hay muchos otros que hacen trampas

Y cuál es la trampa más habitual, diseñar un estudio para conseguir los resultados que nos interesan, esta es la razón para que muchos estudios similares den resultados distintos, por ejemplo estaba demostrado que los cigarrillos curaban el asma o la cocaína la depresión, pero ¿ahora alguien le daría valor a esos estudios subvencionados por entidades interesadas en obtener unos resultados concretos?

Y sí, muchos estudios están subvencionados por una parte implicada, en el mundo del perro muchísimos.

Estudios sobre alimentación animal financiados por marcas de piensos, donde se demuestra que su pienso es mejor que los demás.

O un paso más allá, Facultades de Veterinaria y Cátedras de Veterinaria subvencionadas por marcas de pienso, que sí, que van a ser súper profesionales, pero yo no me lo creo cuando realizan estudios y sale que el pienso, su pienso, es fantástico.

 

Por suerte o por desgracia me toca revisar muchos estudios científicos, y hay una modalidad que me apasiona, la de «revisión de estudios realizados sobre xxxxx temática». De verdad si queréis reíros o asustaros un rato buscar alguno.

Esta semana topé con uno que revisaba estudios sobre una materia relacionada con perros y personas, de los 179 iniciales se quedaron con 7, rechazando algunos por duplicidad, otros por no valorar el aspecto principal del tema, otros porque eran artículos divulgativos sin carácter científico…

Son muchos los estudios que estudian estudios que acaban con la conclusión de que en muchos de ellos contienen graves errores o carencias para valorarlos con utilidad científica.

 

Y no me refiero a un estudio que alguien pone en su web, como nosotrxs mismxs hacemos en Mr. Hueso o en Espacio Ítaca, sino a estudios científicos realizados por Universidades, con financiación pública, de reputados investigadores y publicados en importantes publicaciones y revistas científicas.

 

 

La ciencia puede ayudarnos y nos ayuda a mejorar, sin la ciencia no habríamos cambiado la forma de actuar en muchos aspectos, pero a la vez, también es la ciencia la que limita en ocasiones el desarrollo, porque esperamos que nos de sus frías e impersonales pautas para actuar y eso nos desnaturaliza, cada unx somos lo que somos gracias a que experimentamos por nosotrxs mismxs, sin esa parte que desarrolla nuestra personalidad y forma de ser y actuar seríamos robots programados con unas variables marcadas.

 

 

Soy de los que disfrutan de un buen estudio científico, que sea leal y que se útil, pero odio las decenas de estudios que tengo que leer que no aportan nada muchas veces o son tan contradictorios entre sí que da igual cual sea más cierto, se quitan validez los unos a los otros.

 

Tampoco entiendo a quienes se ponen a diseñar un estudio científico y su primer error es ignorar los ya realizados al respecto, cuando en muchas ocasiones ya reflejan resultados incompatibles con el planteamiento de este nuevo estudio, pero aun siendo informados de ello continúan adelante, porque tras los estudios científicos, quien sabe moverse en este campo, se mueve mucho dinero y hay muchos intereses en juego que a veces importan mucho más que si luego el estudio es leal o no, útil o no.

 

 

No estoy de acuerdo con que si algo no está demostrado científicamente no es verdad, igual que no puedo estarlo con esto es verdad porque sí, porque lo digo yo!!

 

Pero soy de los que preguntan al pastor si va a llover mañana, antes que mirarlo en un servicio de metereología, al agricultor experimentado si este año va a haber buena cosecha, antes que solicitar un informe a un perito agrónomo, o de observar a las personas antes de preguntarles, igual que observo a los perros antes de decidir si quieren que me acerque o no.

 

Llamadme insensato si queréis, pero hay que relativizar la importancia de los estudios científicos y no sobrevalorar los que no aportan nada a la sociedad o contienen trampas.

 

Si esperamos que la ciencia nos de todas las respuestas y encima las que nosotros queremos que nos dé, andamos aviados, porque nos queda mucho por conocer para que podamos estudiar y evaluar de forma sincera y adecuada algunas cuestiones, así que además de la ciencia, aprovecha otras herramientas para observar, investigar, estudiar y sacar conclusiones.

 

1 comentario

  1. La Ciencia está muy infravalorada, lamentablemente. Esa es la verdad. Basta con ver, por ejemplo, la gran repercusión mediática que tiene el Premio Nobel de Literatura en comparación con el de Medicina y demás. Y socialmente la cosa no está mucho mejor. Y ya no digamos en comparación con artistillas, famosetes y fútbolistas.

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