ConsejosSalsa, un labrador tumbado calmado

 

Cuando me preguntan ¿qué te gusta más de los perros? siempre respondo que su coherencia, sin duda una característica y un valor que deberíamos admirar y tratar de igualar las personas.

Los perros son sinceros en sus comportamientos:

Si algo no les gusta lo comunican, de forma más sutil si es una pequeña incomodidad o  muy evidente si la situación no les es cómoda.

Un perro enseñando los dientes

 

Y si algo les satisface mostrarán un comportamiento distendido y activo, bien por juego o por cariño hacia la situación, o calmado cuando se sienten muy cómodos.

perros durmiendo juntos

 

¿Por qué es necesaria esta coherencia en los perros?, ¿qué la hace tan necesaria?

Los perros tienen un objetivo principal en la vida: sobrevivir evitando el conflicto.

Y evitar el conflicto no significa pasar de largo frente a lo que no les gusta, sino comunicar su inconformismo con lo que ocurre para que no llegue a ser un gran problema para su supervivencia.

Por eso son unos grandes comunicadores y cuando les obligamos a estar en situaciones que no les gustan nos muestran su opinión:

Sutil si les respetamos y entendemos

O clara y evidente si ignoramos sus primeras señales, acabando en grandes muestras de reactividad.

Un perro al que se le entiende y respeta desde el principio será un perro equilibrado, que colaborará para que le entendamos nosotros/as y el resto del mundo, de forma tranquila y calmada. Será «un buen perro».

 

Las personas en cambio no somos muy coherentes, no siempre somos fieles a nuestras ideas, forma de ver las cosas o nuestros objetivos.

Pero no solamente la culpa es nuestra, de forma individual, porque el poder del grupo es muy potente, pensar de forma diferente a un grupo te lleva a posicionarte fuera de ese grupo y a ser visto como una amenaza para el grupo.

Pinocho con la nariz larga

 

Ponemos un ejemplo, hace un año en Zaragoza varias personas recibimos un whatsapp, se nos incluía en un grupo cuyo objetivo pretendía ser unir a distintos profesionales de la educación / adiestramiento canino, «para fomentar el compañerismo y reducir tensiones en el sector».

En la misma convocatoria se hablaba de ser distintos/as a «las viejas glorias» del adiestramiento tradicional, por eso se nombraba a ese grupo «Adiestradores 2.0»

A algunas de estas personas las conocía personalmente y a otras no, para poder ponerles cara y tener un conocimiento directo de quiénes y cómo eran acepté la invitación a cenar todos/as juntos/as.

El problema es cuando en esa cena se escucharon justificaciones hacia el uso del miedo y dolor hacia los animales, la mala atención a los/as clientes/as o alumnos/as o la crítica a terceras personas no presentes.

Justamente las mismas cuestiones que precisamente se pueden achacar a ese adiestramiento tradicional donde solo importa el beneficio propio del profesional, a costa de sus clientes humanos y no humanos.

Nuestra respuesta fue una negativa a continuar participando en ese grupo, por no tener unos mínimos en común con las/algunas personas que lo integraban, nuestra respuesta fue coherente con nuestros principios y código ético.

 

Por suerte algún otro compañero hizo lo mismo y muy educadamente abandonó aquel grupo, pero no fue la respuesta mayoritaria, y nosotros les explicamos ese fenómeno con la metáfora de la rana hirviendo:

Si metemos una rana en agua hirviendo tratará de saltar de inmediato o morirá al momento, pero si metemos a esa rana en una olla y la vamos calentando, cuando se quiera dar cuenta estará muerta y el agua hirviendo.

sapo en un cuenco

Hay personas, que al igual que los perros y las ranas, que en cuanto algo es contrario a nuestra forma de ser y forma de trabajar lo rechazamos, por incoherente para nuestra supervivencia u objetivos, y otras personas que aceptarán esas incoherencias, esperando que les ocasione un beneficio mayor a medio/largo plazo.

 

Tu ahora piensa si prefieres a un perro que fuese incoherente y que mordiera justo a la vez de estar mostrando un comportamiento cariñoso hacia ti, o por el contrario prefieres a un perro que muestre su incomodidad antes de morder.

Lo mismo deberías plantearte sobre si prefieres a un profesional incoherente, que no actúe como publicita, o por el contrario prefieres a un profesional que sea transparente y fiel a lo que dice.

¿Qué perro o qué profesional te ofrece más confianza?

un perro y una persona mirando el paisaje

 

Si las personas fuéramos más coherentes, tanto como los perros, mucho mejor nos iría en todas las cuestiones de nuestra vida, en las relaciones sociales, en el ámbito laboral, en cuestiones sociales o en el ámbito político.

¿Te imaginas a unos/as políticos/as fieles a lo que prometían en su programa?

Nosotros/as cuando estudiamos el caso de un perro buscamos esa realidad del animal, conocer lo que es coherente para el animal es esencial para que la familia entienda y respete sus necesidades y su comunicación

Nunca ignores o castigues su comunicación, es coherente y esencial para una adecuada convivencia, tanto la del perro como las de las personas.

 

Y como último consejo, una persona coherente con sus actos y fiel a sus principios será mucho más feliz y será capaz de disfrutar más de su trabajo y por lo tanto ofrecer mejores servicios a sus clientes, humanos y no humanos.

Sé más coherente en tu vida, si vives algún rechazo por serlo te estarán haciendo un favor en realidad, porque así sabrás en quién puedes confiar y en quién no.

La coherencia es una de las claves de la felicidad, se coherente contigo mismo y con lo que haces.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario