Nos preocupan los errores educativos que cometemos la sociedad con la población infantil, errores que en muchas ocasiones son aplaudidos por algunas personas y entidades que conforman la corriente animalista, sin comprender que lejos de generar una adecuada convivencia están ocultando el verdadero problema.
Este pasado sábado nos acercamos al centro de Zaragoza, la misma idea que otras miles de personas que abarrotaban la Plaza del Pilar.
Hace unos años se tomó la adecuada decisión de eliminar los espectáculos y atracciones con animales, una decisión que como decimos aplaudimos y que hace años que la venimos solicitando desde nuestra entidad, y que seguimos haciéndolo con los actos y eventos que siguen incluyendo animales sin tener en cuenta su bienestar, se cobre o no por ello.
Pero esto no es suficiente, no se trata únicamente de que ningún animal sufra el capricho o el negocio de ninguna persona.
El verdadero cambio se producirá cuando entendamos que es en el plano educativo en donde la sociedad debe cambiar.
En mitad de la plaza encontrábamos dos atracciones, una de «eco-ponnys» y otra un tiovivo con animales de madera.
Que el niño o la niña no se suba a un animal vivo pero lo haga en una simulación de este animal no deja de ser el mismo error educativo, que es el de considerar que los animales están bajo nuestras decisiones y caprichos.
¿Es un juguete? SI
¿Se daña a algún animal? NO
¿Es educativo? DESDE LUEGO QUE NO
Esos niños y esas niñas que estaban jugando encima de esos «ponys» cuando vean un caballo darán por hecho que ese animal lo puede montar una persona y «es normal» que les tengamos bajo cualquier condición para nuestro disfrute. Además de incluir entre sus futuros regalos un pony de verdad.
Al igual que no es nada educativo el tiovivo con animales de madera que ocupa también la Plaza del Pilar estas navidades, en el que el niño o la niña puede elegir subirse encima de un burro, un jabalí, una oveja o un perro.
Educativamente es un desastre el aprendizaje que esta actividad provoca, ya que se le está ofreciendo a la población infantil subirse encima de cualquier animal, sin entender que ninguno de esos animales disfrutaría de tener a una persona encima y que puede ser una situación de alto riesgo para el niño o la niña que lo intente.
Debemos recordar, una vez más, que la mayoría de accidentes entre niños/as y animales se deben a una mala interacción, como la que esta atracción les enseña, que no pasa nada por subirse encima del perro, por tirarse encima del gato…
Mientras los cambios no se basen en modificar en base a la educación nuestra relación y convivencia con los animales de nada servirá cambiar animales de verdad por animales de mentira o promover la adopción de animales en vez de la compra.
Lo que esta necesidad necesita es aprender a convivir, aprender a respetar, aprender a entender, aprender a relacionarse con los animales de forma adecuada.
Y para conseguir esto hace falta que cuenten más los aspectos educativos, las opiniones de los y las profesionales especializados y los beneficios para la población infantil, que los «triunfos animalistas» que quedan muy bien en un titular pero acaban vacíos de contenido.
Te invitamos a leer dos artículos interesantes y relacionados con este:
10 Consejos para evitar accidentes entre niños/as y animales
La necesidad de recuperar el vínculo con la naturaleza