PerroAventurasYuki y Carmelilla en un ibón en Los Pirineos, junto al calendario de julio 2023

Hi guys! How are you doing? Que me han pedido que cuente mi historia, y mi historia comienza en inglés, ya que nací en el lejano oeste, allá por el año 2018. Os cuento un poco. Let´s go!

Yuki de pequeño

Me llamo Yuki  y tengo 4 años, eso pa empezar, que Carmelilla siempre me dice que se me olvida presentarme correctamente cuando llego a los sitios, y cuando me acuerdo lo pongo en práctica lo mejor que me sale.

Carmelilla (“la socia” de ahora en adelante) es mi compi de vida humana, y la quiero y la hago de rabiar a partes iguales. Ella a mí también, no os creáis, pero no lo hacemos con mala intención, si nos encanta estar juntos! Solo es que a veces nos cuesta entendernos.

La convivencia tiene su miga y tenemos necesidades diferentes. Pero de eso hablaré más adelante.

 

 

Nací en un sitio precioso, al norte de California, rodeado de árboles gigantes, en una casa en plena naturaleza. La socia estaba viajando con su mochila, conocía a la humana de mis padres y casualmente pasó por allí a visitarla unos días antes de que naciéramos, la otra humana estaba un poco estresada porque no había planeado tenernos y no podía cuidarnos a todos, y le preguntó a la socia si ella querría cuidarnos a alguno.

Al principio le dijo que no pero yo creo que la convencí poniéndome tripa arriba cuando la veía llegar. Aun así estuve con mi madre, mi padre y mis hermanos hasta que tuve dos meses. Lo que pasa es que después me llevaron a vivir en un coche, con varios humanos diferentes y sin ver nunca más a mi familia perruna, y… dónde se habría metido Carmelilla?

Carmelilla y Yuki hacen buena pareja

 

Cuando tenía 4 meses y medio la socia vino a buscarme y me metió en un coche muy grande, pero este iba por las nubes, estuvimos mucho rato ahí dentro pero estuve muy agustito, todo el mundo me hacía carantoñas y fui dormido a sus pies casi todo el rato.

Y llegamos a casa, desde entonces vivimos en un pequeño pueblo del Pirineo, me gustó cuando llegué, también hay montañas en las que puedo exlorar y perseguir bichillos, ríos en los que chapotear, huele bien, y en invierno hay nieve para hacer la croqueta a tope.

Yuki jugando en la nieve

 

Lo malo es que no hay muchos perritos para jugar, me paso días sin ver a ninguno, por eso cuando veo uno me pongo tan nervioso que no sé qué hacer. Cuando era pequeño además me pegaron algún que otro revolcón y cuando me hice más mayor pensé.. si me pongo en plan macarra así no me harán nada. Esos perritos siguen por el barrio y cuando salgo a la calle estoy en constante alerta, no vaya a ser que me los encuentre, a ellos o a los que se les parecen, que me dan mala espina.

Yuki observando con montañas al fondo

 

Así que mis paseos no suelen ser muy relajantes. Me estreso ya nada más ver coger el arnés porque sé que eso significa salir a la calle y ahí a saber con lo que me voy a tener que enfrentar. Muchas veces me pongo tan ansioso que acabo ladrando sin parar y saltando sobre alguna gente, se asustan mucho y la socia pasa un mal trago pero no lo puedo controlar. Sobre todo me pasa cuando voy con algún colega perruno, para que me hagan más caso a mí, porque me gusta ser el prota e ir dirigiendo el cotarro. Eso dicen que es porque soy pastor, no sé, veo muchas ovejas y vacas pero me mola más perseguir gatos, y algún sarrio que otro, que corren más.

Yuki en la montaña, subido a una roca

 

A Zaragoza también voy mucho, ahí está el resto de mi familia humana y oye, hay mucho ruido y mucho movimiento pero me gusta cambiar, es entretenido, y aquí puedo pasear por la noche por los parques. Hay muchos olores diferentes, situaciones y lugares diferentes, y sobre todo aquí cada día me encuentro con perros diferentes, y aunque me sigue costando saludarlos tranquilamente tengo más oportunidades para ir mejorando.

Yuki en un parque de Zaragoza

 

Entonces, un día la socia conoció a Mr. Hueso. Él la está ayudando. Le buscó porque ella quiere entenderme de verdad y sé que lo intenta todo el rato pero no siempre lo consigue.

Al principio hizo algunas cosas mal conmigo, porque todo el mundo le decía que los perros tienen que saber quién manda y que yo me le subía a la chepa… ¿qué es una chepa? Yo no me subo a ningún sitio. Bueno sí, al sofá y a la cama a pegarme unas buenas siestas.

Yuki durmiendo en el sofá tripa arriba

 

La socia quiere comunicarse, se lo veo en los ojos, pero no es fácil, yo no puedo hablar, si no le diría muchas cosas, tengo mucho que decir. A veces me la quedo mirando fijamente a ver si así… pero la tía nada, y yo tampoco la entiendo en todo.

 

Mr. Hueso ya le ha explicado muchas cosas. Él fue quien le dijo que con un arnés y una correa larga iríamos mucho mejor los dos por la calle. Anda que no lo noto, me puedo acercar a todos los árboles a dejar whatsapps, puedo decidir si quiero ir delante, detrás, cambiar de dirección.. pero sigo estando controlado por si me da alguno de mis arrebatos, así la socia también va más tranquila.

Yuki paseando con arnés y correa larga azul de Mr. Hueso

 

También le dijo que no era muy buena idea que cada vez que salíamos a la calle me hiciera correr a lo tonto detrás de una pelota, volvía a casa más estresado aún y sin haber olido nada ni saludado a nadie, a veces se me olvidaba hasta hacer pis. Ahora juego de vez en cuando a que ella la esconde y yo la encuentro y es un juego mucho más diver.

Yuki en un bosque

 

Y una de las cosas que más me gustan, la alfombra olfativa. Me chifla rebuscar ahí. Tengo una en mi casa del Pirineo, otra en mi casa de Zaragoza y otra en la furgo para cuando vamos de aventuras, que si voy a casas nuevas me ayuda a relajarme.

La verdad es que esto es un mundo de locos y a veces cuesta adaptarse pero bueno, seguiremos aprendiendo y consiguiendo ser cada día un poquito más felices.

Yuki en la playa jugando con otro perro

 

Pues ya con esto creo que me he presentado como es debido. Os dejo, que estoy oliendo a bacon en la cocina. Aquí van unas fotillos para que veáis mi pelazo. See you!

Yuki en la nieve

Yuki en la playa

 

En la foto elegida para el calendario salgo muy requete guapo con mi compi en el Ibón Coll de Toro, en Los Pirineos, llevando mi  arnés Haqihana y con nuestra correa Mr. Hueso azul de 5 metros.

 

En el Concurso del año 2022 de Mr. Hueso fuimos elegidos como la foto del mes de julio de 2023 en el Calendario Mr. Hueso 2023, así que ese mes disfrutaré gratis del Paseos Felices en Zaragoza, ¿te apuntas?
 
 
 
Yuki y Carmelilla en un ibón en Los Pirineos, junto al calendario de julio 2023
 
 
 
 
 

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