PerroAventurasSalsa haciendo una croqueta, una buena forma de recordarla siendo feliz, es la contraportada del Calendario Mr. Hueso 2024 en su honor

 

Hola, soy Salsa y me toca contar mi historia una vez fallecida. Esto es algo que pone muy triste al equipo de Mr. Hueso, porque desde 2017 venían prometiendo hablar de mi, pero sabéis que pasa, que las últimas veces que hablaron de mis hermanas fue para despedirlas y me estaban viviendo a tope, ellos/as y todas las personas y perros que me conocían y trabajaban conmigo.

Mi vida no puede contarse sin hablar de Mr. Hueso, o mejor dicho de Sandra y Raúl, esas personas que llevan 13 años trabajando por mejorar la calidad de vida de personas y animales y la convivencia de todas las especies.

En el año 2013 decidieron que necesitaban una compañera para Rumba, la perra que entonces era todo su equipo, una labradora blanquita genial, pero que no podía asumir ella sola todo el trabajo que le venía por delante. De ella, de sus primeros años, nos lo cuenta en esta PerroAventura: Érase una vez Rumba.

 

Así que como ya se habían formado muchísimo planificaron mi nacimiento, no creáis que se conformaron por buscar dónde localizarme, sino que decidieron quién serían mis padres, cuándo nacería, cuánto tiempo estaría con mi camada, cuándo vendrían a buscarme, cómo lo harían, qué mandarían para que yo aprendiera antes de que llegaran a mi vida, qué harían mientras en casa para prepararlo todo…

Existe a veces un conflicto ético al respecto de esto, yo he conocido a muchos perros, tanto de raza como mestizos, tanto que vienen de una casa donde se han hecho las cosas muy bien, como de una granja donde se hicieron fatal, de jaulas, de la calle…

Y creedme todos los perros del mundo tienen una cosa en común, que necesitan que su bienestar esté cubierto en sus etapas iniciales, de lo contrario tendremos muchos problemas físicos, emocionales y comportamentales.

 

Así que como en Espacio Ítaca, porque todavía no existía la marca Mr. Hueso hasta 2017, sabían que mi vida iba a estar relacionada con acompañar a miles de personas y perros para mejorar su calidad de vida, eso iba a conllevar grandes esfuerzos y gran estrés para mí. Actuar de forma preventiva para que yo pudiera ser la perra más feliz con ellos y mi destino fue sin duda su mejor primer regalo para mi.

Camada Salsa

Yo soy uno de esos cachorros, todos mamando de nuestra madre, pobrecita que faena le dimos, porque yo siempre tuve hambre, excepto los últimos 3 días de mi vida en los que mi salud ya era terminal y comer ya dejó de ser una prioridad para mi.

Bueno, aquí hago un inciso, a lo largo de mis 10.5 años de vida también hubo unos días que no comía, y es porque la lié pardísima de pequeña y me comí un arnés, eso nos pasaba por usar arneses de mierda, algo que ahora evitamos que les pase a miles de personas y perros, como con este artículo tan difundido por todos los países del mundo.

Aquí podéis verme con el gotero que me tuvieron que poner porque como no comía estaba muy malita, al final tuvieron que abrirme la tripa y sacarme un montón de cosas que yo guardaba por allí, esto pasó además la primera vez que mi familia fue a conocer a Turid Rugaas y Sandra no pudo ir por quedarse a cuidarme.

3 fotos en una, Salsa con gotero, el contenido encontrado su sistema digestivo, su cicatriz

 

Y es que si un labrador no tiene hambre algo muy grave le pasa, no dejéis de ir al veterinario a hacerle una revisión.

 

Bueno que me he ido de tema y estaba contando quién soy, esta soy yo el día que vinieron a buscarme, Sandra, Raúl y dos personas muy importantes en mi vida, Miguel y Cuca (esta es una mujer, no como mi última hermana que luego os la presento). Y es que es toda una tradición en esta familia que cuando llega un perro nuevo a la familia vayamos también con los abuelos.

Salsita el primer día que nos conocimos en persona

Esa mantita que me acompañó desde que nací ha estado todos estos años en la familia, ha sido utilizada con mis otras hermanas pequeñas y el día que yo fallecí también me taparon con ella, adoraba esos ositos.

Yo estaba nerviosa, nunca había montado en coche pero tuve mucha suerte porque Rumba me dejó ir con ella y desde ese momento no lloré más y para mi siempre fue mi hermana mayor, nos queríamos muchísimo.

Salsita con Rumba en la puerta de la casa del pueblo

 

Qué pequeñita era yo entonces, menos mal que la tenía a ella, sobre todo para defenderme de un animal que también descubrí que sería mi hermano y que no me dejaba beber agua hasta que él no quería. Era Canuto, un gato que hacía unas cacas riquísimas y con el que yo quería jugar siempre, al final me quería más que a Rumba porque ella no llevaba tan bien que Canuto comiera cosas que a nosotras no nos daban.

Canuto bloqueando el acceso al bebedero

 

En muchas de estas fotos de hace 10 años nos veis a Rumba y a mi con collar, algo que como sabéis ahora jamás harían en Mr. Hueso, ni con sus perros ni con los de nadie por los graves efectos que supone, pero es que a lo largo de mi vida en nuestra familia y equipo las cosas cambiaron muchísimo, yo alucinaba porque lo que un día les parecía bien de repente aprendían más y nos lo mejoraban. Como dice Raúl y a mucha gente molesta, es cuestión de ética, lo que yo traduzco en es cuestión de amar bien y no de boquilla.

 

Crecí siendo una perra muy feliz, al final de esta historia podréis ver un vídeo donde han puesto algunas de las muchísimas imágenes que tienen mías, sería interminable esta historia si os contara todas las cosas que he vivido, a todas las personas que he ayudado, a todos los animales que he conocido, todos los lugares en los que he estado…

 

Pero algunas cosas importantes si que las quiero contar.

En mi trabajo con personas, como perra de Intervenciones Asistidas con Animales, lo que más me gustó siempre fue trabajar con niños/as, por lo que los talleres Perruneando que durante muchísimos años hacíamos, eran para mi la oportunidad de conocer a nuevas personitas y convertirlas en futuras personazas que supieran relacionarse con respecto con los animales.

Rumba también disfrutaba muchísimo del trabajo e hizo un montón de cosas interesantes y novedosas, aquí os lo contaban.

Salsa en un taller Peruneando en Espacio Ítaca

 

Se que muchas de estas personitas se han puesto muy tristes porque ya no podrán venir a jugar conmigo, pero con cada perro que jueguen estaré yo allí, con sus recuerdos sobre mí lo harán muy bien en cada interacción con otro de mi especie, y eso para mi ya es un regalazo y un orgullo.

 

Viajar es de las cosas que más me gustaban también y para ello no creáis que yo era muy conformista, necesitaba tener siempre el mayor hueco en el coche, por lo que mis hermanas a veces lo sufrieron hasta que tuvimos un coche más grande.

Y os voy a contar qué 3 lugares fueron los mejores para mi, aquellos donde hubiera estado yendo eternamente y seguro que estando en esos lugares, si piensas mucho en mi, podrás sentir cómo te doy con el hocico para que me acaricies.

Odón, Teruel. El pueblo de los abuelos, el lugar donde aprendí muchas cosas como a bañarme en el lavadero o en el pozo San Miguel, a no perseguir a las ovejas porque se enfadan o lo bien que se está junto a una chimenea en invierno.

Salsa con la familia en el pueblo

Miguel me quería mucho, se que estará pasándolo muy mal desde que me he muerto, porque cada vez que nos íbamos del pueblo y tenía que despedirse de mí le salían lágrimas de sus ojos, y a mi también, te quiero mucho Miguel, gracias por los kilos de pan seco que nos guardabas a mí y a mis hermanas para dárnoslos a escondidas.

Y Cuca, aunque me venías a limpiar el morro cuando bebía agua, te quería muchísimo también y echarme la siesta contigo frente a la chimenea eran de los placeres de mi vida.

 

Otro lugar donde fui muy feliz fue en el Embalse de la Sotonera, que más o menos es como si fuera el pueblo de los otros abuelos. Allí cuando yo era pequeña íbamos mucho, fue donde aprendí a bañarme gracias a Rumba porque al principio me daba miedo y poco después no la dejaba nunca ganar a ella en las carreras nadando.

Encarna y Manolo eran esos abuelos, ella es la persona más buena del mundo, nunca se enfadaba conmigo aun cuando le mordí las esquinas de unos cojines, y Manolo está ahora aquí conmigo, porque también falleció este año, un año complicado para Mr. Hueso sin duda.

Salsa y Peca en La Sotonera

Luego os cuento quien es esa petarda negra a la que estoy mirando, llegó después de mi a la familia.

 

Y el tercer lugar favorito es una pequeña aldea de Asturias, que guardaré en el anonimato porque es el lugar donde mi familia descansa los únicos 15 días del año que intentan parar de ayudar a personas y animales, es el refugio de nuestra familia y donde hemos sido todos/as muy felices, seguro que parte de mi viajará allí para acompañarles siempre.

Salsa y Raúl en la cima de una montaña Asturiana

 

Antes os he nombrado a Canuto, al que podéis conocer en esta historia.

Era un gato con la cabeza gorda, los amigos de Raúl le decían el Fernando Alonso por el cuello que tenía y si que es verdad que era un poco cabezón y muy miedica, no le gustaba venir de viaje ni salir a pasear, no como a la última que llegó a la familia, luego os hablo de Lola.

Canuto y yo nos llevábamos muy bien, yo era la que más cuidado tenía con él, no me metía su cabeza en la boca como hacía a veces Rumba por ejemplo. 

Canuto también se fue ya así que lo buscaré por aquí a ver si nos juntamos todos de nuevo, era mi hermano más mayor, de tamaño y de edad, porque aunque tuve hermanos cobayas eran muy chiquititos.

Canuto y Salsa mirándonos mientras hacemos la foto

Tener gatos como hermanos mola mucho, como ya os contaba antes sus cacas están muy buenas, su pienso también o los trozos de hígado, corazón… que se dejan para luego y te los puedes comer si nos encuentras, también su malta está rica y dan calorcito cuando tienes frio, si te llevas bien con ellos puedes dormir juntitos.

 

De mis hermanas cobayas seguro que hay muchas fotos y vídeos en las redes sociales, me gustaba muchísimo robarles la comida, aunque la mierda esa que comen está asquerosa y muchas veces la escupía después de masticarla, pero con tal de que ellas no la comiesen jeje.

Aquí os dejo de Reggaetona, la primera cobaya de la familia, que llegó poco después que yo y fuimos super compis de vida y de trabajo. Podéis conocerla mucho más porque ella también tiene su historia en la web de Mr. Hueso.

Reggaetona y Salsa


Peca, o Peca Dora cuando se portaba mal, fue mi siguiente hermana perruna, otra labradora pero de color negro, que cuando llegó formábamos entre ella Rumba y yo la santísima trinidad de labradoras.

Salsa, Peca y Rumba, en la puerta de la casa del pueblo

Rumba y yo nos dedicamos a enseñarle todas las cosas, buenas y malas, que sabíamos ya y nos reíamos mucho con ella porque era torpe de pequeñita, supongo que como yo también pero de eso no me acuerdo. Por ejemplo aquí no llegaba todavía al lavadero para bañarse con nosotras.

Salsa y Rumba en el lavadero del pueblo, Peca no llegaba para meterse

 

Pero Rumbita me dejó sola al cabo de unos meses con la tarea de hacer de Peca una gran perra y sin mucho esfuerzo porque era super buena lo conseguí, pasando a ser mi super mejor amiga con la que he compartido miles de aventuras.

Podéis conocer más de ella porque es una tía suertuda y tiene una PerroAventura en esta web antes que yo, si es que esos mofletes encantadores son capaces de lograrlo todo. Será la prota del mes de septiembre en el Calendario Mr. Hueso 2024, el mismo en el que yo acaparo toda el protagonismo de la contraportada.https://mrhueso.com/calendario-mr-hueso-2024/

Salsa y Peca durante la nevada de Filomena

 

Con Peca he trabajado mucho, pero yo ya me jubilé hace mucho, en Mr. Hueso eso es sagrado, nuestra jubilación debe llegar antes de que estemos mal, porque jubilar significa celebrar y no hay nada que celebrar cuando se deja de trabajar por enfermedad. Por ejemplo en este vídeo de mi último curso de la Extraescolar de Desarrollo Emocional el alumnado celebraba mi jubilación.

Un tema que también tratamos con nuestra amiga Ana Sánchez Rabanal en un vídeo hablando sobre la necesaria jubilación de los perros de trabajo, como el de su perra guía Muriel por ejemplo, otra gran amiga de Salsa.

 

Para que Peca no tuviera que tener todas las responsabilidades, aunque también la acompañan Migas, Queen, Aguacate y Mandarina, las actuales cobayas de la familia, llegó este año Cuca, nombre que os sonará porque así llaman a mi abuela la del pueblo, igual que también hubo un cobayo Manolito como el otro abuelo.

Cuca es una labradora de color chocolate como yo, por lo que empezó a ser un follón, a mí me llamaban Cuca, a ella Salsa y a ella cuando la liaba parda Cucaracha!!

Cuca, Peca y Salsa en la puerta de la casa del pueblo, cumpliendo la tradición de hacer la foto allí con la llegada de la nueva

 

Cuca en estos 7 meses que yo la he conocido apunta maneras para ser tan buena perra como yo, pero de momento es un poco demonio, aunque no la lía ni la mitad de lo que yo lo hacía, así que sirve de algo que en Mr. Hueso se vayan actualizando los conocimientos y cómo se hace el desarrollo de sus perros.

He tenido momentos muy chulos con ella, gracias por estos meses de vida y aunque mi diagnóstico de cardiopatía llegó a raíz de venir tu, por mucho que sea doloroso, no tuvo que ver contigo, mi corazón ya no iría muy bien y el estrés de tu llegada solamente hizo que diera la cara, pero durante unos meses, sobre todo este verano, fui muy feliz contigo pequeña Cucaracha.

Salsa, Cuca y Peca en Asturias con Mr. Hueso

 

Y la otra moco que llegó a casa este año fue Lola, con la que he vivido 3.5 meses, una preciosa gatita que llegó muy chiquitita, huérfana y criada en una clínica veterinaria, con la que hemos vivido un verano muy chulo enseñándole a pasear y disfrutar con sus hermanas perras de la vida.

Ella también será prota en el calendario de este próximo año, el mes de marzo, así que podéis conocerla mejor en su PerroAventura.

La foto que quiero mostrar de ella no es la más bonita, pero si que es muy especial, porque cuando yo ya estaba muy malita, acompañada de toda la familia, dispuesta para irme, ella venía y se tumbaba a mi lado y me ronroneaba y daba calorcito, así que muchas gracias Lola, era lo que necesitaba en ese momento.

Lola acompañaba a Salsa en sus últimos días, ofreciéndole ronroneos y calor

 

Ahora me gustaría dejar algunos mensajes:

Para mis amigos de «La manada del hocico«, gracias por ser tan geniales, en la última sesión unos pocos días antes de morir, me lo pasé genial y nada nos hacía pensar que sería la última vez que estaríamos juntos por aquí, pero os espero por allí y volveré a querer jugar con vosotros/as una y mil veces más.

Al resto de perros que he conocido, espero que esa chocolatina os ayudara a ser más felices, no dejéis que vuestros/as humanos/as se relajen, si veis que desatienden vuestra alimentación, paseos, juegos… morder sus zapatillas, el sofá y el coche, así llamarán a Mr. Hueso otra vez.

Lo que deseo a mis hermanas actuales Peca, Cuca y Lola: ser tan felices como Rumba y como yo, estáis en la mejor familia que podía tocaros.

A todos los niños y niñas del mundo: hay personas como Sandra, Raúl y Andrea que os ayudarán a ser vuestra mejor versión y además lo harán con divertidos animales que no siempre se portan bien, porque lo importante es ser felices, no ser obedientes.

Y a todas las personas adultas del mundo: no decidáis convivir con animales o con niños/as si no vais a hacerlo lo mejor posible, no es obligatorio. Y si así lo decidís contar con ayuda para lograr el máximo de cada uno/a y de vosotros/as mismos/as.

 

A Andrea, mi compi de proyectos de IAA, que no podía ser más buena conmigo, y eso que durante años la arrastraba cuando Raúl le daba la correa porque yo quería ir más cerca de él, que me ha acompañado en decenas de paseos, en decenas de sesiones, en viajes, en aventuras… Andrea eres muy buena persona y mejor profesional, gracias por venir a despedirte de mi a casa, me gustó mucho que me ayudaras a dar ese último paseo y tu cariño me facilitó marchar tranquila.

 

Y a Sandra y a Raúl, decís que fue bueno conocerme, pero no sabéis lo bueno que fue para mi conoceros a vosotros, ser partícipe de cambiar el mundo, de mejorar esta sociedad, de ayudar en la educación de niños/as, de hacer felices a personas con diversidad, de hacer reír a personas de la tercera edad y de ayudar a muchos perros a ser más felices.

He sido muy feliz, he estado toda la vida muy sana y cuando llegó esta enfermedad hicisteis todo lo que podía hacerse, pero mi patata no podía latir con más fuerza y me tuve que despedir demasiado pronto, yo también pensaba que estaríamos un par de años más juntos viajando y disfrutando de la vida.

 

Dejamos para finalizar un vídeo en el que podemos ver lo feliz que fue y lo felices que nos hizo a todos los animales, humanos y no humanos, que tuvimos la suerte de conocerla:

 

Qué bueno que fue conocerte Salsa, te querremos siempre, nosotros/as y cientos de personas y animales.

 

 

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